martes, 12 de mayo de 2020

el final que nunca llego


Hoy soñé con el hijo que no tuve de esa que tanto amé. Vi su cara de mujer adulta y vivida, muecas de felicidad en su rostro abrazando a nuestro retoño, una criatura feliz, alta y gallarda como su padre. Qué sensación extraña es la de ver eso que nunca sucedió. Cada tanto me pregunto qué hubiera sido si. Hoy, este extraño espejismo me lo ha mostrado... y qué terrible ha sido. Desperté acongojado, con un saludo de mi esposa en esta casa enorme. No logro distinguir cual de los dos es el sueño. Cual de los dos, es el que está mal. Todavía me falta ver la inconmensurable cantidad de vidas que alteré a mi paso y sólo por el simple hecho de estar vivo. Qué hubiera sido si, qué hubiera sido si.