viernes, 16 de agosto de 2019

la mitad del mundo es una locura!

En estas mañanas donde estoy solo en la ciudad del tenis llamado Wimbledon me distraigo con muy pocas cosas.
la situación que aconteció esta mañana (prácticamente medio día) de completa locura en el meridiano de Greenwich es casi irreal dando luego una muy pacífica tarde y noche. cosas que pasan...

Todo comenzó en una juntada con un matrimonio amigo cerca de la estación del pueblo meridiano.
Por esas cosas de ciudad descentralizada llegamos a diferentes estaciones y diferentes horarios.
El primero en arribar fui yo, por lo que me puse a explorar, el cutty sark, parque y demás cosillas turísticas.
Todo esto pasaba con cámara en mano (al mejor estilo oriental) cuando recibí el mensaje desolador de mi amiga que estaba llegando a la estación y que el muchacho estaba teniendo un ataque y ya estaban llamando una ambulancia para que los espere en Greenwich .
Me puse pálido! no sabia que hacer... por lo que tome coordenadas y me puse en funcion de llegar lo mas rápido posible a la susodicha estación.
Emprendo la bajada desde el hito meridiano cruzando el parque cuando escucho un impacto a mi derecha. Un corredor distraido habia tratado de apuñalar a un caballo de la policía con la nariz, resultando esta en fractura!
Con los ojos abiertos como el 2 de oro me aleje rápido de la escena sangrienta (al caballo no le paso nada) y seguí mi marcha incansable a la estación. Una señora me paro a 100 mts y en un inglés cansadisimo me preguntaba como llegar al dichoso barco cutty sark. Tuve un colapso mental y la envié (creo que a los gritos) por el parque y cruzar los dos cerros (cuando si segui caminando 2 cuadras lo tenia de frente...) me agradeció, se dio media vuelta y arrancó el paso cansado, por lo pronto yo finalmente llegué a la estacion y a la ambulancia.
Me doy cuenta que soy un mueble, que voy a hacer yo ahí?

Me escribe mi amiga, te estamos esperando con cerveza! donde estas?
QUE? donde esta mi amigo casi muerto respondi rapidamente!
me manda nuevas coordenadas, unos 500 mts.
Cuando llego me cuentan que el muchacho no era el marido (mi amigo) si no un muchacho X, aparentemente con un retraso madurtativo importante y muy conocido de la estación, la policía y el personal de la ambulancia que lo SALUDO CON EL NOMBRE!

Bebimos unas cervezas entre las carcajadas de la historia de viejas mal informadas y muchachos retrasados que se enferman de mentira en trenes.

Dimos una vuelta por el parque y nos dispusimos a llegar a un recital poco mas adelante, cuando vimos la discusión que pondría la frutilla a la torta.
un nene vestido de árbol tirado inmóvil en el piso con su madre samarreandolo intentando que se incorpore mientras le gritaba medio enojada medio en risas que SI ERA UN ÁRBOL Y ESTABA MUERTO, NO PODÍA IR A JUGAR! el nene ni se inmuto.

canciones que no voy a olvidar

Padezco de una clase distintiva de memoria por olfato.
Soy pescador desde que tengo lucidez para recordar que estaba pescando, con papá, con primo, con amigos, solo, con mi perro, con mi hermano.
Y especialmente desde el día uno ame la pesca en el mar. Ese olor a salitre en el aire, la arena volando, la arena empanando el asado...
Pero por sobre todas las cosas amo el olor de la carnada, el olor de la escollera es el olor de la felicidad! el olor a anchoa medio podrida en especial.

Mi primo Martín me lleva unos 10 años creo, por lo que él vivió de primera mano el rock chabón que yo vi morir. En una de nuestras salidas de pesca con el y con papá, nos trajo de regalo un cassette de los redondos. Era la primera vez que escuchaba rock que no fuera sui generis o león gieco, me voló la cabeza!
Nos movíamos en un citroen 3CV año 74 si mal no recuerdo y en las largas horas de ruta 11 ó 2 se escuchaban los mismos 5 cassettes una y otra y otra vez.
Me sé esos 5 cassettes como si la música la hubiera compuesto yo mismo. Cada espacio, cada apertura, una nota desafinada en un tema de luismi... TODO!

Pero semen up y música para pastillas del disco oktubre de los redondos del año 1986, me trae nostalgia. Son los dos temas que escuchamos con papá una noche que no daba para ir a la escollera de Santa Clara del mar por la tormenta que en ese momento cubría el cielo, pero ya habíamos salido en el auto y no nos queríamos volver. Decidimos sentarnos en un bar que daba al mar en esa noche cerradisima de otoño en la que solo se veían rayos en el agua. Tomamos nuestra primera cerveza juntos y lo hicimos como amigos.
Comimos fiambre de ciervo ahumado y tomamos dos pintas de cerveza roja (que tenía un gusto a caramelo quemado tremendo!!!).
Es el día de hoy que no puedo escuchar esos temas sin olerme las manos esperando encontrar un resto de olor de esas anchoas medio podridas del día que mi papá dejo de ser mi papá y paso a ser mi mejor amigo.
Cuando voy a la costa si o si tengo que escuchar la música del auto que me vio crecer por que se que en el lado A de ese cassette voy a olerme las manos y el mundo va a ser perfecto por unos minutos.