El la vio, la vio y no pudo sacarle la vista de encima.
Ella lo noto y sonrió, se sentó a 3 filas y al revés (lejos) en el 152,
Carlos no pudo seguir prestándole atención a Houellebecq, cerró el libro y
comenzó a hacerle morisquetas, a saludarla con el brazo extendido cual miss universo.
Sandra empezó con una sonrisa que muto a la carcajada y volvió a la sonrisa.
Ella tomo la iniciativa, se sentó a su lado y le extendió la mano presentándose.
Carlos se señalo, ella asintió divertida, el sacudió su mano de una forma demasiado efusiva,
su parada quedó 3 cuadras atrás.
Quiso decirle Hola, Soy Carlos, casémonos y tengamos 3 hijos, 2 perros y algunos niños.
Su boca no se movió, después de un largo periodo de ella esperar una respuesta mirando extrañada
Carlos finalmente abrió sus fauces y echo al aire una especie de graznido.
Su sonrisa incomoda se clavo en su cara y no pudo hacer nada mas que sostenerle la mano.
Sandra pensó que él era sordomudo, escribió en un papel su numero y se lo dio tocando el timbre.
le hizo señas en el aire de que se escribieran.
Hace una semana se casaron, Carlos no pudo volver a hablar con nadie nunca mas.