lunes, 22 de julio de 2019

cosas sobre límites y héroes

Al ser humano le encanta los límites. Vivimos para encontrar límites.
Yo lo aprendí desde muy chico.
El límite de mi paciencia, el límite del pupitre, el límite de comida y así mil cosas más.
Todo hasta llegar a un límite.

Con lo del pupitre es un tema complicado, el banco es mío por ese día, por ese rato.
Mañana puede ser de otro! y eso es tan revoltoso que puede describir la historia de Europa o del mundo mismo.
Que te pongo un lápiz, que mi carpeta es mas grande que escribo medio recostado, y las patadas... por que gratis no es nada! el límite uno lo respeta y lo hace respetar, y si puede lo corre un cachitin para desplazar la cartuchera que anda jodiendo ó simplemente para sentirse mas importante.

Yo nací en el 86, en una Argentina "democrática" con un sentido del límite desvariado. Militares no conocían sus limites por que hasta hace unos días no lo tenían...
Cumplí mis 18 años en el 2004 y no hice el servicio militar obligatorio por que murieron a un conscripto en forma  muy cruel y entonces por orden presidencial, yo no tenía porque perder tiempo en estupideces. Es así que todos conocimos mas de límites, aunque tiraramos la cartuchera un poquitito mas para el otro lado...

Mis padres son ejemplares y tuve modelos a seguir por doquier. Quizás fue por mis años de reclusión infantil donde busque refugio en tantos libros y me debe embelesar por los que hoy son mis modelos a seguir. Gente que no tuvo límites.
Se podría decir que todo aquel que no respeto de límites en la historia, lo quiero!

Como me pasa generalmente hablando de por ejemplo Napoleón Bonaparte, que no le gano lord Wellesley, el perdio solo, por que si alguien le podia ganar a Napoleón, era Napoleón.
Que decir del gran Alexander, en esta misma lista poder incluir a un tipo tan maligno pero tan maligno que en los tiempos modernos es casi sádico, pero la realidad es que lo leí hasta el hartazgo. Hitler, ese cabo, pintor y escuálido tipejo que supo quedarse con casi toda europa de un cachetazo.

Paradójicamente el científico que encontró el límite máximo, Einstein también es admirado! no solo por sus brillantes estudios en materia de gravedad y luz. Si no por descubrir el límite de velocidad. Aunque no contaba con lo que sabemos hoy.

Le regalo herramientas a mi sobrina mayor para que descubra y rompa esos límites. Quisiera que este en una lista y en un pensamiento de alguien como yo dentro de 100 años.

lunes, 1 de julio de 2019

encuentros forzados

La vi en una vereda de Elephant and castle, ella miraba a una ventana llena con ropa o alguna otra estupidez por el estilo.
Me puse nervioso mientras la observaba en lejanía, pero tenía que hablarle ya que el sueño vivido que tuve en un segundo me dijo que era ella!
Me pare cerca y tosi para que me viera, pero para mi decepción no resultó, ella siguió embobada mirando esa maldita ventana.
De repente tuve miedo y seguí caminando, toda la noche me reproche en no hacer algo mas osado o payasesco para que me respondiera a un hola, me viera y se enamorara perdidamente de mi.

A los dos días me la encontré en el mismo lugar, la vi a unos 50mts de distancia.
Se me agitó el pulso, se me hizo un nudo en la garganta y se me lleno la panza de plomo fundido que tomó vida y lo único que quería era salir corriendo por mi boca.
Abrí los brazos y le grite Carla!!! mientras caminaba rápido siendo el primer nombre que se me vino a la cabeza, fue algo estúpido de lo cual me arrepentí en el momento pero ya estaba en marcha como el maquinista de un tren destinado a una colisión frontal. 
Ella me miró con una interrogación en la cara pero abrió los brazos y me dijo keke?
Se me heló la sangre mientras la abrazaba y reíamos muy nerviosamente. 
Para salir del paso murmuré, no te veía desde aquel bar en palermo!
Si, como era que se llamaba? Tazz? dijo ella en un perfectísimo español.
Si, tazz... le dije yo mientras daba dos pasos hacia atrás tratando de estudiarle la cara para recordar o siquiera entender que estaba pasando. 
La interrogación en la cara ahora era mía, ella era toda sonrisa.

Pensé que no te iba a volver a ver, apuró mientras yo trataba de balbucear algo, cualquier cosa! pero no me salió sonido alguno.
Mirando al piso, mi cara y luego al cielo finalmente habló y me dijo que se tenía que ir, se le hacía tarde para hacer algo... 
Me dejó una tarjeta y se fue.
Hacía frío cuando me moví finalmente de ese lugar y casi no habia claridad por lo que supongo paso mucho tiempo. 
Rompí la tarjeta en mil pedazos y me fui a casa a cocinar, ya estaba teniendo hambre y esa zona de noche se hace peligrosa.