Todos sabemos lo que significa ese mensaje.
Reunión, asado, vino y pesca.
Arrancó la tradición con mí tatarabuelo, cuyos hermanos a quienes no veía hace bastante armaron una reunión de pesca y asado, se descostillaron de risa y cuento va chacareta viene... y a la semana, el viejo PUM! la quedó de un síncope.
Siguió con mí bisabuelo con una calcada historia a la anterior. Cosa de mandinga dirá, pero una cosa de locos la repetición de esa muerte.
Y así sucedió sucesivamente hasta mis días.
Corría septiembre del 2022, hacía calor y mí primo envío un mensaje con un picor en las manos, estaba por ser padre. Padre primerizo, un padre avergonzado sin experiencia, ni norte.
Quería ver a los patriarcas de la familia, quería ser parte de eso, que le den las bendiciones, consejos y las indicaciones.
Mí padre fue el primero que aceptó. Cómo el más grande del portador de apellido debía hacerlo.
Así generalmente comienzan las tragedias para nosotros.
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