-La re putísima que te parió! Casi me matas hijo de puta!
-Que mierda te pasa? No ves el semáforo? Tengo paso yo anteojudo de mierda! Pelado tenías que ser!
-que me dijiste negro patasucia? Por qué andas en auto importado? Sorete?
Se escucharon sirenas y obviamente Luis se quedó tranquilo. No así lo hizo Luis Hernan que saltó al coche y voló de la escena como quien lo corre el diablo. No por miedo a la policía, por miedo a su padre.
-Usted no sabe quién era ese no? Alcanzó a decir el del puesto de revistas de la esquina. -ese es el mono, es el hijo del zar de la droga de acá y en el resto de Patagonia.
-ese es un infeliz, es todo lo que es!
Luis volvió a su trabajo y a planificar las vacaciones familiares. Lentamente se olvidó del asunto y todo volvió a la normalidad. Pasaron semanas y en vez de avisarle a los familires de BsAs decidió armar un posteo en todas las redes sociales habidas.
Hola familia! Nos vamos los 5 a la cabaña del monte a buscar ciervo y trucha para el invierno. Vamos a estar 15 días afuera sin señal. Los queremos!
En una cabaña en el sur Luis se enteró por qué es una mala idea pelearse con un narco y por qué es una mala idea avisar dónde te vas a recluir con tus hijos y esposa durante 15 días... Sobre todo sabiendo que en los pueblos, todos conocen a todos.
Llegaron a la noche, muy sigilosos ambos, El mono Luis y el enano Luisito. Entrar fue sumamente fácil para ellos, Descargaron el fusil que estaba contra la puerta y tiraron la aguja a la mierda. Al tocke encontraron el 38 especial cargado, simplemente le sacaron las balas y siguieron. Los 3 nenes ni se dieron cuenta que estaban atados.
Teresa se despertó de repente cuando ya nada podía hacer y Luis se despertó para dormirse de una trompada.
-Pedias perdón y esto no pasaba cuatrochi. Le dijo el mono acariciándole el rostro despacio, casi con afecto.
Aflojaron los nudos del más chico, de Tobías. El mono y Luisito se fueron cagandose de risa.
A Tobi le llevó toda la mañana desatar a la madre por qué se distraía con los gritos de todos.
Luis prometió nunca más enojarse en la calle.
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