No fue fácil, para nada fácil. Horas de sudor y lágrimas en el gym para acomodar los flotadores y entrar medianamente repuesto en el mercado sentimental.
Las primeras citas fueron un desastre tras otro, agarrarle el timing a algo que no maneje bien nunca es complicado. Dicen que tus citas son el reflejo de lo que estás buscando y lo que podes tener. Algo así como las lindas se juntan con los lindos...
La verdad nunca me importaron esas cosas, pero poniendo el sistema en beta mode decidí hacer el intento y llegar a mí máximo potencial y es completamente cierto. Quizás en realidad sea la autopercepción, no lo sé. Pero funciona!
Estaba en eso, matándome 3 HS por día en el gym para salir con la próxima miss Argentina cuando la ví por primera vez, quizás arañando los 50, con un físico envidiable por las de 20.
Pegamos onda al instante y conversamos casi diariamente mientras cargamos fierros y metemos minutos de cinta.
Una tarde mientras estaba en la bici, pensando en vaya uno saber que, me saluda Cris (que así es como se llama por cierto) y se sienta. Vuelvo a mis auriculares y a mis pensamientos cuando siento un olor a pedo insoportable. Levanto la cabeza para ver quién fue y Cris me sonríe. No queriendo importunar vuelvo a mis cosas, un pedo... Vaya niñedad.
Abro la boca para bostezar y me como el segundo, entró en mí boca limpito. Lo sentí en la laringe. No había más personas, fue Cris. Lo hizo apropósito.
Una vez más me saco los auriculares para preguntarle si está bien, disimuladamente estirar e irme, algo!
Cuando mirándome a los ojos y frunciendo un poco la boca me largó el tercero, de frente.
Quien se pedorrea mirándote a los ojos? Esta mujer está enferma! Pero no me moví. No pude hacer nada. Quedé quieto buscando muy lentamente la pared con la espalda. Camino los dos pasos hasta mí y me pasó la mano muy soberbia por la quijada, ahora sos mío nene.
QUE? ENFERMA DE QUE HABLAS? Grité para mis adentros, por fuera una media sonrisa asintió sin más.
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